La IBERO Tijuana celebra su 40º aniversario como Universidad Jesuita de Frontera, distinguida por su excelencia académica, su formación humanista integral y su contribución en la transformación de la realidad.
La ceremonia fue presidida por el Dr. Luis Arriaga Valenzuela, S.J., rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y Tijuana, tijuanense egresado de esta casa de estudios, quien presentó una conferencia magistral sobre las universidades jesuitas como agentes en la transformación de las sociedades. Igualmente, abordó el tema de la crisis multidimensional que enfrentamos en el contexto actual y la excelencia humana integral como el camino para encontrar soluciones.
“Las universidades jesuitas, ante realidades tan complejas y dinámicas, deben liderar las discusiones relevantes que dan forma a nuestro mundo y a las sociedades en las que trabajamos. Hacerlo, pide que tengamos una mirada actualizada sobre los grandes retos de nuestra sociedad”, expresó.
Subrayó la importancia de mantener la apuesta por la formación integral de las y los estudiantes, invitados a ´´innovar sin miedo´´ y reimaginar los métodos que permitan a las nuevas generaciones reconocer y afrontar sus retos con la mirada puesta en el futuro.
“Quizá ahí está el más grande de nuestros desafíos: transmitir y contagiar esperanza a las y los jóvenes cuya formación se nos ha confiado y que viven en tiempos que más bien parecen ser de desolación. Asegurar que no se resignen, que no cedan al desánimo, que eviten la indiferencia o el cinismo frente a la situación global”, refirió.
En este sentido, destacó que se necesita mantener la formación con solidez académica y hacer investigación innovadora y pertinente: ´´Difícilmente podremos tener los impactos que queremos en la sociedad si no partimos de la excelencia académica. Para las universidades jesuitas, la calidad educativa nunca debe ser negociable´´.
Invitó a entender a la universidad como un espacio plural que se finca en el respeto y en la construcción de diálogos que aporten al entendimiento y la solución de las grandes problemáticas de nuestro tiempo.
´´Si queremos que la IBERO se mantenga como agente relevante en las discusiones contemporáneas, si deseamos preparar a nuestras alumnas y alumnos para que transformen Tijuana y el mundo, debemos crear espacios que sigan abiertos a la diversidad de formas de mirar y pensar en nuestras sociedades´´.
Para mantener esta pertinencia, dijo que se deben de formar profesionales competentes y ejercer la crítica constante de las condiciones sociales en las cuales se actúa: ´´Los problemas del presente están llenos de nuevos retos. Nos plantean situaciones inéditas a las cuales queremos responder mejor. Desde las universidades jesuitas, que parten de la experiencia de una bondad que no deja de actuar ni de transformar el mundo, es importante problematizar la realidad con el fin de descubrir en ella todo aquello que pretende negar el ejercicio de esta bondad. Con ello buscamos descubrir las posibilidades de acción, las propuestas orientadas a abrir caminos que conduzcan a un mayor bien para las personas y para el mundo´´.
En este contexto, destacó a la IBERO Tijuana como universidad jesuita capaz de descubrir y de abrir posibilidades de transformación; formar para generar respuestas que atiendan la realidad; dialogar con otras instancias y culturas para compartir soluciones; formar personas en ciudadanía plena, que se experimenten como titulares de derechos; comprometerse con el cuidado de la casa común; y constituirse como un espacio de encuentro en el que todas las voces se expresen.
Por su parte, el director general de IBERO Tijuana, Mtro. Florentino Badial Hernández, habló sobre misión y visión de la universidad hacia el futuro, para continuar siendo una institución académica de excelencia que forma a los mejores profesionistas para el mundo.
´´Quienes conformamos este equipo asumimos con entusiasmo la encomienda que nos hace la Compañía de Jesús a través del rector, la de hacer a la IBERO Tijuana la Universidad Jesuita de Frontera que está llamada a ser. Es por esta razón que en esta celebración no solo queremos recordar y agradecer la historia de esta querida institución, sino que queremos mirar hacia el futuro con determinación y esperanza”, puntualizó.
Asimismo, se contó con la participación del director de Casa Manresa, Mtro. David Ungerleider, S.J., quien realizó un recuento histórico y trayectoria de la IBERO Tijuana en la región.
Cabe señalar que la IBERO Tijuana fue fundada como la Universidad Iberoamericana (UIA) Noroeste, el 4 de agosto de 1982, con tres carreras – Arquitectura, Derecho y Diseño Gráfico – y una comunidad de 306 estudiantes.
El 1º de octubre de 1982 se celebró la ceremonia inaugural en el Colegio La Paz, el cual generosamente ofreció el uso de parte de sus instalaciones para las carreras de Arquitectura y Diseño Gráfico, mientras que la carrera de Derecho se impartía en la sede del Instituto Cuauhtlatóhuac, conjuntamente con el Bachillerato. Posteriormente, en 1984, se firmó el arrendamiento de los locales del antiguo Hospital Civil de Tijuana.
Correspondió al P. Alfonso González Quevedo, S.J., preparar el camino para las nuevas instalaciones de la UIA Noroeste en Playas de Tijuana. El 12 de octubre de 1985 se llevó a cabo la ceremonia oficial de colocación de la primera piedra de la Universidad Iberoamericana con domicilio en Playas de Tijuana, donde se continúa con la misión de formar a personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas a partir del modelo educativo jesuita y del encuentro con la realidad, y de contribuir en la construcción de una sociedad donde imperen la paz, la libertad, la justicia, la solidaridad, el bienestar y la reconciliación a través de la docencia y el acompañamiento, la investigación y la innovación, la vinculación y la incidencia.
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