La conmoción provocada por las filtraciones de información confidencial de una firma panameña compuesta por más de 500 abogados, que desde hace más de dos décadas brinda asesoría para establecer empresas “cascarón” en “offshore”, ha conmocionado al mundo de las finanzas. Las revelaciones hechas por un grupo de periodistas de todo el mundo, ha desnudado la forma en que las grandes empresas, políticos y algunos deportistas eluden en sus países el pago de impuestos, sin contar los capitales mal habidos que usan este medio para blanquear el producto de sus fechorías. Según el SAT, en México están bajo observación 29 particulares y cuatro empresas detectadas hasta ahora, y no dudamos que sean muchos más.
Entre los mexicanos detectados como participantes en esa felonía se encuentra un mexicano muy conocido por sus ligas con el presidente de la República, de quien ha recibido muchos favores y contratos, entre ellos la famosa Casa Blanca de su esposa, nos referimos al constructor Juan Armando Hinojosa, quien tiene depositados en varios “offshore” la nada despreciable suma de 100 millones de dólares, producto −sin duda cabe− de sus múltiples contratos obtenidos del gobierno en turno, pero en México lamentablemente no ocurre nada, “el que no transa no avanza”. La corrupción campea por sus fueros.
Según estas revelaciones, también hacen uso de esas facilidades de mover capitales en un relativo secreto varias agencias de los EE.UU., entre ellas la CIA, lo cual les permite cumplir con sus tareas de espionaje a través del mundo. De la misma forma, los traficantes de cuadros famosos y objetos de arte de lo más variado se escudan en esas compañías y paraísos fiscales, para eludir el pago de cuantiosos impuestos. Y no se diga de los políticos de diversos países como son los ex ministros españoles José Manuel Soria y el ex ministro Rodríguez Rato, que tuvieron que renunciar al ponerse al descubierto su teje y maneje en los “offshore”.
Lo que más extraña de estas revelaciones es que siendo un secreto a voces, hasta ahora se descubre el pastel.
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