Entre las principales responsabilidades de la alta dirección empresarial es conocer la realidad del entorno en que opera la empresa. Sin embargo, el análisis político siempre está vacío cuando no está intercalado con el económico. En este sentido y ante un momento importante en la vida del país,la Asociación de la Industria Maquiladora y de Exportación (Index) Tijuana invitó a su reunión de socios al politólogo mexicano José Fernández Santillán a exponer sus reflexiones rumbo a las elecciones federales de 2018.
El Doctor en Filosofía Política por la Universidad de Turín y en Ciencia Política por la UNAM, mostró mediante análisis gráficos cómo el país ha pasado de la hegemonía autoritaria a la pluralidad democrática, y cómo se ha transformado en términos políticos y económicos en las últimas tres décadas.
Comentó que la década de los 80 registró en nuestro país transformaciones de gran calado. En términos económicos se abandonó el modelo del Estado interventor y se adoptó la estrategia de libre mercado.En términos políticos el viejo sistema presidencialista y de hegemonía del partido oficial comenzó a ceder terreno.Comenzaba el proceso de “transición a la democracia” mediante una serie de cambios a las leyes electorales que comenzaron a partir de 1977.
En este sentido, hizo referencia a Baja California como el primer estado de la República que rompió con la hegemonía en 1989 y comenzó con este efecto “domino”, surgido de la presión ciudadana y cambios en la legislación electoral.
En 1982 México era la 8va economía, por encima de China que ocupaba el décimo lugar, sin embargo, 31 años después China se ha posicionado en el segundo lugar, mientras México ha descendido al puesto número 11, esto como resultado de entender mal la globalización”.
José Fernández Santillán
Politólogo mexicano
Fernández Santillán explicó que cuando en 1997 el PRI pierde por primera vez la mayoría en el Congreso Federal, cuando los estados dejan de ser hegemonizados por el máximo partido y empiezan a ser panistas y perredistas, México logra tener un sistema democrático y se rompe con el viejo presidencialismo, agregando que en el viejo sistema político, el máximo control era el presidente y los gobernadores acataban órdenes. Sin embargo, en el sistema democrático los controles fallaron porque se pensó falsamente que los congresos estatales iban a limitar a los gobernadores, y no fue así. Los gobernadores tuvieron las manos libres para enriquecerse.Es decir la llamada “democratización” no significó un coto a la corrupción.
Así, Fernández Santillán pasó del tema de la democracia, gobernabilidad y corrupción hasta arribar a otros puntos menos amables como los vientos que soplan a favor del populismo a nivel internacional, y de los que no es ajeno nuestro país.
Aunque hay obvias diferencias entre lo que ha sucedido en América Latina, con personajes como Nicolás Maduro en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Lenín Moreno en Ecuador, Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, así como LuizInácio Lula da Silva y DilmaRousseff en Brasil, frente a lo que ha sucedido en Europa y más recientemente en EE.UU. con Donald Trump, lo cierto es que también en estos casos se puede encontrar semejanzas, explicó. Por ejemplo, el hartazgo de la población frente a la clase política y los partidos; parte de ese fastidio se da por los altos niveles de corrupción registrados en los gobiernos anteriores, y la insatisfacción respecto del funcionamiento de la economía y de la propia democracia representativa.
De acuerdo con el politólogo, las políticas económicas neoliberales han dejado graves rezagos sectoriales y regionales, y han brindado motivos para promover el populismo.
De regreso aLatinoamérica, alertó que hay quienes tienen como objetivo extender la ideología bolivariana a otras naciones de la región, donde ha encontrado afinidades ideológicas con partidos políticos y movimientos sociales muy variados, entre éstos Morena en México; “un factor que trae muchos riesgos tanto para la democracia como para la libre empresa”, señaló Fernández Santillán.
Para evitar el populismo debemos tener presente esta relación causa-efecto. De acuerdo con el politólogo, las políticas económicas neoliberales han dejado graves rezagos sectoriales y regionales, y han brindado motivos para promover el populismo.
En el plano económico recordó queen 1982 México era la 8va economía, por encima de China que ocupaba el décimo lugar, sin embargo, 31 años después China se ha posicionado en el segundo lugar, mientras México ha descendido al puesto número 11.
Al descenso de México entre las economías del mundo, le siguieron cifras como que de 1983 a 2014 el salario mínimo en México se contrajo 71.9%, el sector informal creció 58%, 30 millones de mexicanos cayeron en la pobreza, y el crecimiento del PIB fue de 2.3% anual, tasa que Fernández Santillán contrastó con el crecimiento de 6.1% promedio de la economía mexicana de 1935 a 1988.
Una de las principales causas de la desigualdad social y económica en México es la corrupción, un problema que le cuesta a México 9% del PIB”.
José Fernández Santillán
Politólogo mexicano
Por si fuera poco, la corrupción le cuesta a México 9% del PIB Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y el país ocupa actualmente el lugar 123 de 176 en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.
Lo anterior, aseguró, es resultado de entender mal la globalización, “un juego que se juega en múltiples tableros, a nivel ecológico, cultural, educativo, demográfico, de seguridad, tecnológico y de competencia”.
Contrariamente a lo que sus impulsores afirman, la doctrina del libre mercado no es la única alternativa en el horizonte, aseguró. “Finlandia, Dinamarca, Suecia y Noruega con su Modelo Nórdico pudieran ser considerados un referente para México, pues no sólo han logrado posicionarse como los países más democráticos del mundo, sino también entre los más competitivos en materia de protección social y desarrollo económico. Estos países se han adaptado a la globalización, han optado por fortalecer su mercado interno, dar gran capacidad económica a sus trabajadores y mantener una buena estructura educativa, logrando que sus trabajadores estén altamente cualificados”.
“Lo que se debe hacer es fortalecer el mercado interno, estimular el crecimiento económico a través de la inversión productiva e impulsar la economía del conocimiento, la cual representa actualmente las dos terceras partes de la economía mundial”, puntualizó.
Finalizó invitando a los empresarios a poner especial atención en el entorno, a lo que pasa en la entidad, en el país y en el mundo, “a eso se le llama planeación estratégica”.
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