El consorcio tecnológico de Baja California, un pueblo fantasma

El Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Electroquímica (CIDETEQ) podría dejar su subsede en Tijuana, motivado por la falta de voluntad por parte de Oficialía Mayor de Gobierno del Estado y del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (COCYT) para que el Gobierno del Estado formalice la donación del inmueble a favor de CIDETEQ.

Se trata de un centro líder en la investigación y el desarrollo de tecnología en electroquímica en México, que además proporciona diversos servicios a la industria; tales como análisis de metales, análisis de aguas, caracterización de materiales y análisis de fallas. Desde su llegada a Baja California en 2011 ha brindado servicio a más de 100 empresas.

A la incertidumbre jurídica sobre la propiedad del inmueble, se suma la magnitud del recorte presupuestal que sufrió el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) para este año, con el que resultaron afectados el Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), Fondos Mixtos (FOMIX) y el Fondo Institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (FORDECyT).

Y es que si bien la subsede de CIDETEQ en Tijuana está pensada para que llegue a ser autosuficiente, en este momento depende fuertemente del apoyo de CONACYT, comenta el Dr. Walter Velázquez, investigador de CIDETEQ en Tijuana. “Cerca del 70% de nuestro presupuesto proviene del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, por lo que ahora nos encontramos a la espera de que la Dirección General y el Órgano Interno decidan qué va a pasar con la subsede Tijuana. Oficialmente no estamos cerrando, extraoficialmente estamos operando con el mínimo de personal. Seguimos ofreciendo servicios tecnológicos y formando estudiantes en cuatro programas de maestría y un doctorado, así que el apoyo y la cooperación que se le pueda brindar en este momento a la subsede Tijuana será bien recibido”, comparte, resaltando el interés que representa para CIDETEQ en este momento expandir su red de colaboración y fortalecer su vinculación con los diversos sectores industriales.

CIDESI vive la misma incertidumbre jurídica respecto a la propiedad del inmueble

El Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI), otra institución alojada en el Consorcio Tecnológico de Baja California, vive la misma incertidumbre jurídica, al no ver concretada la donación del inmueble que se le asignó desde 2011, y por ende no estar en posibilidades de inyectar recursos financieros para construir, adicionar o mejorar su infraestructura, ni desarrollar nuevos proyectos en beneficio de la industria, toda vez que no se encuentra dentro del patrimonio de dicho centro.

“Desde 2012 hemos solicitado la donación del inmueble, pues sin ésta no podemos invertir en mantenimiento y mejoras al inmueble porque el erario no nos lo permite; estaríamos en falta al invertir en un lugar que no es propiedad de  CIDESI”, expone Fabiola Pérez Gómez, subdirectora de Administración de CIDESI en Baja California.

“Si el inmueble estuviera a nombre de CIDESI se podrían hacer mejoras a los laboratorios, puesto que muchas de las especificaciones que solicitamos al ser construido el edificio no se llevaron a cabo. También estaríamos en posibilidad de traer el área de Tecnología de Materiales para fortalecer la subsede y proporcionar los servicios que nos han sido solicitados por parte de la industria”, afirma.

La cuestión de la seguridad es otro tema que preocupa a los centros alojados en el Consorcio Tecnológico de Baja California, toda vez que sus instalaciones han sido vandalizadas en múltiples ocasiones por robo de cable de cobre, situación sobre la que está al tanto COCYT. De igual forma se le ha informado de la necesidad de mantenimiento a las instalaciones, de alumbrado sobre el Blvd. Nogales y de una parada de autobuses, sin recibir respuesta alguna.

“Empresarialmente esperábamos más vinculación. El CDT estaba empujando muy fuerte al igual que Gobierno del Estado para la creación del Consorcio Tecnológico de Baja California, pero cuando llegamos no sentimos su apoyo. Creo que el cambio de administración fue el momento decisivo en el que el Consorcio Tecnológico se quedó sin el apoyo, y quizás sin el interés, por parte del Gobierno del Estado”, comparte Fabiola Pérez, añadiendo que el CDT también está informado de la situación, “aun así nadie ha tomado acciones. No hay un frente común para reactivar esto”, lamenta.

Esta institución de investigación y desarrollo tecnológico, con 33 años de historia en México, ha colaborado en Baja California con cerca de 300 empresas del sector automotriz, aeroespacial, energético, electrónico, metalmecánico, alimenticio, entre otros.

La subsede Tijuana cuenta con cinco laboratorios respaldados por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA): Metrología Dimensional, Fuerza, Temperatura, Presión y de Eléctrica. Ofrece además un diplomado general de metrología y cursos de capacitación que pueden impartirse en forma exclusiva al personal de las empresas en sus instalaciones o en las de CIDESI.

“El sector empresarial no se ha acercado lo suficiente para justificar la presencia de los centros”

“De la misma forma como el Gobierno del Estado no ha concluido el proceso de desincorporación de los inmuebles de lo público a lo privado, tampoco el sector empresarial se ha acercado lo suficiente para justificar su presencia” opina Miguel Velasco Bustamante, ex presidente del CDT y parte del equipo impulsor del proyecto.

Velasco Bustamante considera que la demanda de las industrias no ha sido lo suficientemente canalizada, por lo que tal vez los centros tengan capacidades ociosas y poca demanda; “el tener ocupados a los centros es un trabajo que tiene que hacerse de forma coordinada entre el Gobierno del Estado y el sector empresarial, pues el proyecto fue impulsado con base en un enfoque de triple hélice”.

Recordó que la administración de José Guadalupe Osuna Millán no logró terminar al 100% el proyecto, dejando como pendiente a la siguiente administración la donación y titulación de los inmuebles a los centros de investigación. “El Gobierno de Osuna Millán estuvo muy activo con este proyecto −un proyecto innovador para incrementar la competitividad de la región− pero al entrar la siguiente administración ya fue otro el enfoque”, comparte.

Como la plasma en Plan de Negocios desarrollado para el Consorcio Tecnológico en 2009, una de las claves para el éxito de este proyecto residía en la vinculación, que de acuerdo con el Ing. Luis López Moctezuma ha sido insuficiente, a pesar de la extensa concentración de industria circundante al consorcio.

“No se ha encontrado el apoyo de los industriales ni de los organismos que los representan, quienes deberían ser los más interesados en este tipo de centros, donde podrían preparar a su personal”, declara.

“Además de la vinculación industria, es importante la alianza con las demás instituciones de formación de recursos humanos como CETYS, UABC, UNAM, IPN y UTT, así como con las instituciones de formación de recurso humano de nivel técnico como CECATI, CBTis, CECYTE, entre otras”, comparte.

Y es que las instituciones de educación superior e investigación de la región, podrían verse beneficiadas mediante el complemento de capacidades académicas y el aprovechamiento de la infraestructura, de ahí que el Ing. López Moctezuma las invite a unirse para hacer un frente común y formar parte del proyecto.

Por su parte, el Ing. Eduardo Valtierra, director ejecutivo de Baja Innova, pone sobre la mesa otros dos factores que pudieran estar fallando por parte de los centros, la falta de difusión empresarial de sus servicios y una reglamentación interna que obstruye la comercialización de los mismos; “Habría que ver qué tanto esfuerzo hacen estos centros para darle fuerza a sus unidades foráneas”, añade al respecto.

En tanto, el director Regional Noroeste, José de Jesús Sosa, parece no tener comunicación con los centros de investigación a pesar de que sus oficinas están albergadas dentro del Consorcio Tecnológico, pues al cuestionarle sobre la situación del CIDETEQ dijo no estar al tanto de la situación.

El panorama de estos centros de investigación es un tanto diferente en sus sedes, en donde CIDESI trabaja en un proyecto junto con la ciudad de Querétaro para buscar convertirla en la primera ciudad inteligente de este país, con el apoyo de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL). “Vamos a desarrollar una ciudad donde su industria, servicios médicos, tráfico e incluso, que su sistema judicial sean inteligentes”, explica el director de CIDESI, Jesús González Hernández.

“Tenemos que estar pensando en el futuro y prepararnos para entrar en las cuestiones digitales como el Big Data, análisis de datos e Internet de las Cosas. Hacia allá va CIDESI, hacia una manufactura digital”, añade.

CIDETEQ por su parte se encuentra desarrollando con éxito proyectos de plantas de tratamientos de aguas sanitarias con procesos biológicos y electroquímicos, así como investigaciones aplicadas en áreas de electroquímica y desarrollo tecnológico enfocadas en energías alternativas y desechos industriales.

No hay duda, como dice el Ing. Luis López Moctezuma, “la infraestructura física la tenemos, nos falta visión”.

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