El TPP y las dudas sobre los beneficios económicos para México

De acuerdo con Arnulfo R. Gómez, a los teóricos del comercio exterior en México les ha dado por “integrarse con todo el mundo” y, como consecuencia, los resultados han sido negativos, pues de los 48 países con los que firmamos TLC, en 2015 registramos déficit con 29 de ellos por un total de -41,095 millones de dólares, en tanto que para el periodo 1993-2015 el déficit fue con 33 de esos países por un total de -577,784 millones de dólares, debido a que la “estrategia” de comercio exterior de México ha sido firmar TLC’s para importar crecientemente y exportar con muy reducido y decreciente valor agregado.

Según informes del catedrático en Economía de la Universidad Anáhuac, en 1993 el valor de contenido nacional en la exportación total fue de 59%, en tanto que para el año 2015 fue de sólo 37%.

El TPP es un proyecto en el que nada podemos ganar, afirma, pues la nula competitividad del marco sistémico mexicano lo impide, según se puede ver en el siguiente cuadro comparativo con los cuatro países asiáticos con los que no tenemos TLC:

“En materia de Competitividad, México se ubica en el último escalón de los firmantes. La brecha se vuelve más brutal en el rubro de Calidad de las Instituciones de cara a las naciones asiáticas, en el papel la parte más débil de la cadena. Así, mientras México, de acuerdo a la medición del Foro Económico Mundial, se sitúa en el escalón 109, Singapur está en el dos, Japón en el 13, Malasia en el 23 y Vietnam en el 85”, precisa el especialista.

En el único rubro que superamos a Vietnam es en Complejidad para los Negocios. Este ocupa el sitio 100, frente al 50 de México. Sin embargo, Japón está en el dos, Malasia en el 17 y Singapur en el 18. En materia de innovación Vietnam está en el escalón 73, México en el 59, Japón en el cinco, Singapur en el nueve y Malasia en el 20.

De acuerdo al Banco Mundial, el país que tiene la mayor perspectiva de cara al arranque del TPP sería Vietnam, cuyas ventas al exterior se incrementarán en 30.1%  para 2030. El segundo lugar sería para Japón con 23.2%, seguido de Malasia con 26.1%, Nueva Zelanda con 12.8%, y Perú con 10.3%. México crecerá en sus ventas al exterior 4.7%.

Esta es una oportunidad enorme, sostiene Arnulfo R. Gómez, para llevar a cabo una reestructuración de nuestra política de comercio exterior, pero sobre todo para dejar a un lado la simulación y la improvisación, y diseñar una estrategia realista de competitividad, de fomento, de promoción de la exportación y de la captación de IED que nos permita ser ganadores en la relación con nuestros socios del TLCAN pues ambos representan el mercado más grande del mundo, el más cercano, con un elevado nivel adquisitivo y con el que somos muy complementarios -es decir, un mercado con características completamente diferentes a las de esos países lejanos del TPP- y con el que durante 22 años hemos tenido un TLC, pero que no hemos aprovechado debido a que hemos atomizado nuestras reducidas fortalezas por andar buscando una “integración global” en lugar de una integración lógica con la región, aprovechando nuestras ventajas comparativas.

El gran problema que México enfrenta para lograr su desarrollo económico y el bienestar de la población, expone el catedrático, consiste en que sus teóricos del comercio exterior desconocen la estructura de la planta productiva nacional y de la oferta exportable, por lo que han sido incapaces de entender lo que significa un proceso de integración regional como lo prevé el 7º principio de la OMC. “Y en lugar de definir una estrategia para integrarse comercial y productivamente con sus socios del TLCAN, se lanzaron irresponsablemente a realizar una integración mundial, firmando Tratados de Libre Comercio con cualquier país”.

“Por ese desconocimiento, estos teóricos ignoraron que primero había que crear un marco sistémico que permitiera a la planta productiva nacional competir adecuadamente, no sólo en los mercados internacionales sino en el mismo mercado doméstico”.

“El libre comercio es bueno, pero sólo si es manejado adecuadamente”, sostiene.

Arnulfo R. Gómez es catedrático de la Universidad Anáhuac, consultor internacional, y ex consejero comercial adjunto de la Embajada de México.

El TPP es un proyecto a todas luces perjudicial para los tres socios del TLCAN, pero especialmente para México que se ubica en último lugar de la competitividad debido al deficiente marco sistémico generado por la ausencia de políticas públicas realistas en nuestro país. Por  esta enorme desventaja y por la ilógica desgravación unilateral que México ha realizado, en el periodo 1993-2015 registró un déficit de -108,559 millones de dólares con los seis países asiáticos y de Oceanía con los que no tiene TLC. Esta situación, sin duda, se agravaría enormemente al permitir el acceso preferencial al mercado mexicano y del TLCAN a esos países que han mostrado ser superiores a nuestro país en el sector manufacturero por la mayor competitividad del marco sistémico en que sus empresarios producen”.

Arnulfo R. Gómez
Catedrático en Economía de la Universidad Anáhuac

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