EL ROL DEL EMPRESARIO EN EL FUTURO DEL MÉXICO DE CLASE MUNDIAL

Emilio Cadena, director general y CEO de Grupo Prodensa

“En este país existe un México de clase mundial, que por alguna razón no ha hecho la tarea para que se le reconozca, para que se le vea como un socio estratégico, y para que las voces que apoyan a un Donald Trump entiendan que México y EE.UU. están mejor juntos que separados”, así inicio Emilio Cadena, director general y CEO de Grupo Prodensa, su conferencia “El Rol del Empresario en el Futuro del México de Clase Mundial”, en el marco de la Junta Bimestral Informativa de DEITAC, el pasado mes de mayo.

De acuerdo con el expresidente nacional de Index, los empresarios son los únicos que tienen la posibilidad para transformar al país. “Tenemos un México de grandes oportunidades, tratados de libre comercio, vecindad con el socio comercial más grande del mundo, un mercado interno con gran potencial, estabilidad macroeconómica, territorio, historia y diversidad cultural, y tal vez lo más importante…el bono demográfico más grande en la historia de este país. Nunca habrá más mexicanos trabajando que el día de hoy, de ahí que si no transformamos a México de aquí al 2030 no lo vamos a poder transformar”, comentó.

Emilio Cadena ve una gran analogía entre la situación del país y el béisbol. “Es muy probable que un jugador de beisbol que esta ‘enrachado’ pegando de hit, en su próxima jugada pegue también de hit porque no se concibe de otra forma. Cuando alguien es exitoso no se concibe de otra forma más que teniendo éxito, y los pequeños fracasos solamente le ayudan a construir más éxito, pero cuando alguien está teniendo fracaso tras fracaso, lo más probable es que la siguiente vez que batee tampoco le vaya a pegar a la pelota, tiene que aplicar una energía suficientemente fuerte que lo transforme, y me parece que en ese momento estamos en el país. Debemos meter una energía muy potente para poder cambiar el rumbo de México.

“Nos hace falta transformar nuestra visión del mercado”

California posee un PIB de 2.4 trillones de dólares. La economía del Estado Dorado es de hecho dos veces más grande que la de México, detalló, por eso en lugar de preguntarnos quién va a venir a instalarse en México, deberíamos preguntarnos cómo le vamos a hacer para instalarnos en EE.UU., porque allá están los clientes. “Me parece que un error fundamental del empresariado mexicano es esperar a ver quién se viene a instalar en México para ver qué le vamos a vender. Nos hace falta transformar nuestra visión del mercado”.

Continuando con su presentación, Emilio Cadena reiteró que México y EE.UU. están mejor juntos que separados. “Los más perjudicados, en caso de que EE.UU. impusiera a México impuestos por los productos que manufactura, serían aquellos que pensaron que Donald Trump los iba a sacar del problema, porque EE.UU. ya no tiene ni las naves, ni la maquinaria, ni la gente para retomar la producción que ya envío a otros países”. Para poder producir nuevamente aires acondicionados y refrigeradores en Michigan, ejemplificó, los norteamericanos tendrían que estar dispuestos a pagar 10,000 dólares por estos productos que antes les costaban 1,000, y eso no va a pasar. “Además, hay algo que no se dice: México ha ayudado a las empresas norteamericanas a mantenerse vivas”.

Otra razón de por qué ambos países se necesitan, explicó, es que los jóvenes en EE.UU. no quieren trabajar en la manufactura. Para los millenials es más atractivo trabajar para Apple, Google, Starbucks, Yahoo…y eso es lógico en la transformación de los países. “Hay inversionistas que quieren venir a México para ser más productivos pero se enfrentan ante un problema gigantesco, que la gente no quiere trabajar en las plantas de manufactura. El mismo problema del reclutamiento de personal a nivel operario que se tiene en EE.UU. lo tenemos nosotros aquí, la diferencia es que nosotros no integramos más gente a la manufactura porque carece de habilidades básicas que incluye lectura, escritura y matemáticas básicas, pero eso es algo que podemos entrenar, por eso nos seguimos necesitando unos a otros”.

Para los millenials el trabajo es un medio para realizarse, conéctenlos con el propósito de su negocio”.

“Los millenials, a diferencia de otras generaciones, se cambian de trabajo con tal de que lo que van a hacer les inspire, incluso si eso representa un salario más bajo. Por eso las maquiladoras se quejan de que esta generación no quiere trabajar, claro…porque no los están inspirando a nada”, comentó. “¿Por qué creen que la planta de Plantronics en Tijuana es la mejor del mundo y la más productiva?…porque Alejandro Bustamante entiende perfectamente que a la gente hay que darle una razón de ser”.

Plantronics es la única empresa en México que ha logrado mantenerse en el primer lugar del Ranking de Great Place to Work por seis años consecutivos y acaba de ganar en Shanghái, China, el premio “Global Performance Excellence Award” (GPEA), otorgado por la Organización para la Calidad de la región Asia Pacífico (APQO); “y la planta no tiene mesas de Ping Pong, tiene grandes condiciones de trabajo y extraordinarios programas de trato a la gente. El trabajo para el millenial es un medio para realizarse, sino los conectan con el propósito de su negocio no van a trabajar con ustedes”, indicó.

“La baja competitividad de México es el principal problema a resolver”

Para comprender la situación detalló que el país salió renqueado en el lugar 57 en la edición 2015-2016 del índice Global de Competitividad (ICG) del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), y algunos pilares clave, en los que el ICG califica mal a México son: Instituciones en la posición 109, Salud y Educación Primaria en la posición 71, Educación Superior y Capacitación en la posición 86, y en Eficiencia del Mercado Laboral la nada honrosa posición 114 entre 140 países analizados.

“Necesitamos una visión colectiva de rumbo, compromiso con la educación, cultura de la legalidad, cultura de participación, y una cultura empresarial más aventurera y arriesgada”

De acuerdo con Emilio Cadena, necesitamos definir qué queremos ser los mexicanos, y plantearnos una meta, una visión colectiva de rumbo. “Dejaremos de ser el México promisorio para ser el gran México hoy, cuando nosotros tomemos control de ello”, enfatizó.

Las estadísticas también hablan de la necesidad de un compromiso con la cultura de la legalidad. México ocupa el primer lugar entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico (OCDE) en materia de percepción de corrupción. De acuerdo con el estudio Transamos y no Avanzamos, 44% de las empresas en México reconoció haber pagado un soborno; 56% de los ciudadanos piensa que es válido desobedecer las leyes que son injustas; y 63% de los empresarios considera que la corrupción forma parte de la cultura de negocios en México.

Cuidado con las vocaciones. En lo personal no me gustan las vocaciones para las oficinas de desarrollo económico. No digo que no se aprovechen las condiciones de cada región… indispensable aprovecharlas, pero si las vocaciones fueran la fórmula del éxito Guanajuato no sería la capital de la industria automotriz de México. Hace 30 años hubiera sido más fácil decir que la capital de la industria automotriz iba a ser Monterrey, Hermosillo, Saltillo o Tijuana. En Guanajuato si se pusieron una visión colectiva de rumbo, se propusieron diversificarse y ser una zona industrial potente de México y actuaron en ello, pero la gente que lleva el desarrollo económico de Guanajuato −como Manuel Fernández− tiene 20 años trabajando allí, es la misma”.

Emilio Cadena
Director general y CEO de Grupo Prodensa

“La diferencia entre nuestro país y otros no es la corrupción, es la impunidad. En EE.UU. también hay corrupción, lo que no hay es impunidad”, comentó.

A la lista también sumó la necesidad de un compromiso con la educación, de una cultura empresarial más aventurera y arriesgada, más colaborativa, con visión de largo plazo…global y local, sentido de comunidad, responsabilidad ambiental, y una mayor cultura de participación, porque no son las personas, sino las instituciones −la sociedad civil organizada− las que pueden cambiar al país, opinó.

Para concluir, Emilio Cadena identificó tres prioridades para el Gobierno: Desarrollo del conocimiento a todos los niveles. Aunque para él, el conocimiento más importante que deberíamos desarrollar es el oficio; infraestructura. Tenemos que asegurarnos de pedir únicamente proyectos de infraestructura que apoyen la visión colectiva de rumbo, recomendó, “porque es cierto…el gobierno no tiene dinero, o tiene dinero limitado, ayudémosle a priorizar y ejecutar”; y soporte a las PyMes con vinculación, asesoría de negocio y acceso a los programas de apoyo.

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