SENTRI frente a cualquier adversidad

Después de la participación del vicegobernador de California, Gavin Newsom, en el marco de la celebración del vigésimo aniversario de SENTRI y la presentación ENVISION 2020, Mary Walshok, de San Diego Dialogue y UC San Diego, fungió como moderadora para el primer panel de discusión del evento, “SENTRI Against All Odds” (SENTRI frente a cualquier adversidad), en el cual se contó con la participación de la ex congresista Lynn Schenk y Laurie Black, de la firma LJ Black Consulting, así como de Sally Carrillo, del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.

Antes de ceder la palabra a las panelistas, Mary Walshok habló brevemente sobre la necesidad que había de una red de liderazgo, y cómo mirar al sur y no sólo al norte dio cabida a una oportunidad de desarrollo económico sinigual, ya que la integración de ambos lados de la frontera fue la que permitió que se diera una de las revoluciones económicas más importantes. “Gracias al esfuerzo de Lynn y su equipo, se logró dar luz verde al proyecto SENTRI, en 1995”, dijo Walshok, “ya que la norma se firmó en agosto de 1994, y la línea de cruce no se abrió sino hasta noviembre de 1995.”

Laurie Black comenzó por agradecer la presencia del vicegobernador Gavin Newsom y el embajador Jamal A. Khokhar, quienes fungieron como anfitriones del evento, y procedió a resaltar el hecho de que a pesar de que Lynn Schenk llevaba muy poco fungiendo como congresista, pudo lograr un cambio sin precedentes al abordar con interés la actividad de desarrollo económico al lado mexicano de la frontera. “Al hacerse estudios de estadística en aquel entonces, reafirmamos los números positivos que traía consigo el movimiento entre fronteras. 90% de los que cruzaban la frontera lo hacían para trabajar, estudiar, visitar a sus familiares y demás actividades que corresponderían al día a día”, dijo Black, quien compartió con los oyentes que con esta información se decidió trabajar para mejorar la frontera misma y evitar los bloqueos de capital hacia ambos lados.

Cuando Lynn Schenk llegó al congreso en 1993, ya había interés por abrir más líneas de cruce y mejorar la seguridad en ellas, y al tener una fuerte conexión con la comunidad, a través de la labor de Laurie Black, como su jefa de personal, se aseguraba continuas propuestas y una actitud proactiva hacia la realización de éstas.

“Escuchamos sobre una iniciativa en Canadá para implementar un carril dedicado al perfil del viajero que cruza todos los días con motivos laborales, por lo que naturalmente quisimos emular y adaptar dicha propuesta aquí, en la frontera sur”, dijo Schenk. La ex congresista explicó que todo se dio gracias a una mezcla de suerte y buenas relaciones, algo cuyo resultado no se puede repetir con tanta facilidad si se aborda el proceso de distinta manera. Con el paso del tiempo y el arduo trabajo del personal de Schenk, se llegaron a concretar citas con miembros de la cámara local de desarrollo económico y el San Diego Dialogue. “Durante nuestras negociaciones en Washington, encontramos resistencia en la figura de un congresista de Texas llamado Jack Brooks, quien tenía una opinión personal que iba en contra de la iniciativa misma. Sin embargo, con un buen trabajo diplomático en Washington y el esfuerzo de Laurie en la comunidad empresarial local y el San Diego Dialogue, se pudo lograr la meta de volver la iniciativa una realidad”. La ex congresista explicó que SENTRI se logró a partir de la colaboración, el diálogo y una sana diplomacia.

Después de una breve ovación al equipo de la ex congresista, Sally Carrillo habló sobre la formación del equipo encargado de la seguridad y operación de la línea SENTRI. “Hace 20 años, en 1995, abrimos las puertas del carril, sin embargo, unos 8 meses antes, empezamos a formar un equipo de oficiales especializados que abordasen esta nueva modalidad de cruce fronterizo”, dijo. La miembro del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. explicó que se tomaron las habilidades existentes del personal que ya trabajaba en las garitas, y se adecuaron a los requerimientos de la nueva línea.

Carrillo explicó que detrás de todo el apoyo tecnológico y comunitario que se logró, siempre hubo buenas relaciones con las cámaras de comercio de San Ysidro y de Otay Mesa, así como con los socios del lado mexicano de la frontera. A través de un proceso de selección dimos con las primeras 500 personas que participarían en el proceso de prueba”, dijo Carrillo. El hecho de que eligieran a Otay Mesa como sitio de prueba causó mucha conmoción entre los miembros del equipo SENTRI.

A pesar de que el periodo de prueba conllevó muchos cambios en la manera de pensar de los oficiales de CBP, así como en el paradigma del “estándar” de trabajar en aduanas, el cambio que trajo consigo SENTRI fue beneficioso y revolucionario, ya que no hubo ninguna detención, se crearon nexos de confianza entre aquellos que cruzaban la frontera y aquellos que los supervisaban. Gracias a los resultados positivos, la línea SENTRI continúa siendo un importante instrumento en las relaciones fronterizas y el desarrollo económico de ambas comunidades.